Ángeles
Con enormes alas blancas a la espalda, piel rosada y ojos cuyo exterior del iris está moteado de dorado. Bondadosos, tranquilos y de carácter inalterable. No suelen mostrar sentimientos. Su naturaleza viene de ser los enviados de los antiguos dioses para guardar la paz entre todas las especies -incluidos los humanos-, pero, como no lo consiguieron, decidieron al menos salvar a los demás, llevándolos a la isla. Si rompen alguna de sus leyes les arrancan las alas y se convierten en ángeles caídos. Tienen la habilidad de contemplar el alma de los demás y de la sanación de heridas, ya sea a ellos mismos o al resto. Se pueden volver invisibles durante un corto período de tiempo y tienen el don de la clarividencia: ven retazos de un futuro no muy lejano, generalmente de situaciones de peligro. Son visiones poco claras y de poca duración.